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COLUMNAS |
La Inversión Económica y la Ética Social. La Inversión Socialmente Responsable.Por Rubén Fernández Vela, Consultor Jurídico en Modelos de Gobierno Abierto y RSC. Mucho ha cambiado el concepto del papel que debe jugar la empresa desde que, el 13 de septiembre de 1970, el economista Milton Friedman afirmara en su artículo de “The New York Times Magazine” titulado “The Social Responsibility of Business is to increase its profits”, que la única responsabilidad de la empresa era aquella que se limitaba al ámbito económico a través de la búsqueda de la masificación de su valor en el mercado [1]. En la actualidad el enfoque está dirigido a conceptualizar a las empresas y compañías como agentes sociales que no deben tener sólo una responsabilidad para sí mismas, sino que ésta debe ir más allá de la mera obtención de rentabilidad económica y extenderse al ámbito social. De manera sucinta y en líneas generales, esto es lo que conocemos como Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial.
El innegable crecimiento de la preocupación de los consumidores por asuntos sociales, éticos y medioambientales ha dado lugar a grandes cambios en la demanda tradicional del mercado. Los criterios de consumo a la hora de seleccionar productos y marcas se han vuelto mucho más complejos al incorporar estas consideraciones A todo ello habría que sumarle la necesidad de cambio en el panorama económico y político junto al inestable entorno empresarial de hoy en día, dentro del contexto de la que sigue siendo una de las más devastadoras crisis de la historia. De forma paralela, incluso en algún caso yuxtapuesto, florece en los inversores una preocupación en relación al comportamiento ético de las empresas en las que invierten, naciendo lo que se conocen como los Productos Financieros Responsables, los cuales constituyen un conjunto de herramientas financieras cuya finalidad es proporcionar un plus de utilidad de carácter social a estos instrumentos y no la búsqueda exclusiva de beneficio, como sería la finalidad de los productos financieros de carácter tradicional. La acción de esta nueva forma de inversión es la que conocemos como la Inversión Ética o Inversión Socialmente Responsable (Environmental, Social and Governance). La Inversión Socialmente Responsable (ISR) se puede definir como aquel conjunto de políticas de inversión que combinan los criterios extra – financieros, como son los valores éticos, sociales y medioambientales, con los puramente financieros, riesgo y rentabilidad, en los procesos de análisis y toma de decisiones de inversión, así́ como también en el ejercicio de la propiedad activa (ejercicio de los derechos políticos inherentes a determinados activos financieros), sin tener, por ello, una menor rentabilidad [3]. La anterior definición variará en función del país donde analicemos sus características. Si hablamos de Europa, en los países nórdicos priman los valores medioambientales y todos los valores que giren en torno a la persona, considerada como centro de la actividad económica; en los países anglosajones prima el desarrollo de la comunidad por medio de la creación de empleo, y en los países del sur tendrán una gran importancia los valores sociales, principalmente los de inclusión social de colectivos considerados como marginales. En cualquier caso, no se perciben grandes diferencias en lo que respecta al término de la ISR de un país a otro, sustentándose su esencia en los mismos principios. En cualquier caso, las características que definen que una inversión sea socialmente responsable se encuentran en que se invierta en activos financieros siguiendo unos criterios sociales y medioambientales, que se utilice el accionariado para implicar a la dirección de las empresas en el diálogo y la comunicación directa que promuevan un cambio social positivo, la búsqueda de fórmulas de colaboración y cooperación entre gobierno y empresas en proyectos de carácter social y medioambiental a través de fórmulas normativas para influir en las empresas que adopten criterios responsables y la transparencia mediante la recopilación, publicación y evaluación de datos sobre los efectos de las empresas en los entornos generales y específicos [4]. ¿Cómo actúan los inversores socialmente responsables? Los instrumentos que poseen los inversores socialmente responsables para poder imprimir la conciencia social sobre el seno de la empresa quedan aglutinados en el “gobierno cooperativo”, que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico hace referencia al sistema mediante el cual los negocios pueden ser controlados especificando la distribución de derechos y responsabilidades entre los distintos participantes en la corporación, definiendo de este modo las reglas y procedimientos para la toma de decisiones en los temas corporativos y proporcionando la estructura a través de la cual son fijados, tanto, los objetivos de la compañía, cuanto los medios para alcanzarlos y controlar su rentabilidad. Dentro del marco del “gobierno cooperativo”, las acciones concretas de estos inversores son por un lado el denominado “shareholder advocacy” o activismo accionarial y por el otro el “engagement” o diálogo con las empresas. La primera de las medidas se refiere a todo el conjunto de posibles acciones emprendidas por los inversores en la gestión de las empresas y en el ejercicio de presión hacia los órganos de dirección a favor de políticas de responsabilidad social y, por tanto, en detrimento de comportamientos considerados como poco responsables a través de la presentación de propuestas de sostenibilidad. La segunda de las acciones, “engagement”, tiene como objetivo establecer una comunicación con el órgano resolutivo de la empresa, para hacerle conocedor de los comportamientos responsables pensados por los inversores institucionales en la esfera de los aspectos sociales, ambientales y de gobierno cooperativo de la empresa en concreto [5]. Lo que podemos considerar como primer ejemplo de lo que hemos conceptualizado como ISR data de finales de los años treinta del siglo pasado. Impulsado por el fondo Pioneer Fund, (Estados Unidos) [6] , se establecieron criterios sociales excluyentes en asuntos de inversión financiera decidiendo basarlas en concordancia con sus principios éticos. En Europa la ISR fue impulsada, principalmente, por organizaciones de carácter social y religioso, precisamente el primer ejemplo de fondo europeo de inversión ética fue creado por la iglesia sueca, Ansvar Aktiefond Sverige [7]. La evolución de fondos ISR domiciliados en Europa a crecido de forma muy lenta pero paulatina, llegando este mercado, en la actualidad, a representar casi un 20% de los activos gestionados. En España, el nacimiento, evolución y desarrollo de la ISR se ha dado de forma lenta y muy tardía con respecto al resto de Europa y del mundo. Partiendo de que uno de los factores claves para su no desarrollo es la crisis multidimensional que sufrimos, debemos añadir como otras causas de esta situación, por un lado, la comercialización con este tipo de fondos que hace que se cree una importante y negativa confusión entre los inversores inexpertos en mercados financieros y, por otro, la escasa, practicante nula, regulación al respecto con una fuerte falta de transparencia en el mercado financiero que anula el poder de decisión del inversor particular. Esta opacidad se traduce en desconocimiento y éste hace que los inversores de declinen por productos financieros tradicionales (Informe del Congreso de los Diputados para Potenciar y Promover la Responsabilidad Social de las Empresas, 2007. Subdirección General de Información Administrativa y Publicaciones. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España [8] . Finalmente, una vez analizada la ISR, es importante hacer una breve referencia a la concordancia existente con la Responsabilidad Social Corporativa. Es el comportamiento socialmente responsable de la empresa lo que motivará a los inversores a comprar sus activos financieros o a continuar con su inversión inicial, siendo ésta la que promueve la implantación de políticas socialmente responsables. Queda establecida una co-determinación entre ambas donde la Responsabilidad Social Corporativa es para la ISR una condición “sin la cual no”, y ésta se convierte a su vez, en una herramienta con un fortísimo potencial para el desarrollo de la primera.
Referencias: (2) FERNÁNDEZ VELA, R. La Responsabilidad Social Corporativa: La Empresa Como Agente Social. The Social Science Post [blog]. 9 de abril de 2015 [consulta 29 de mayo de 2015]. Disponible en:http://thesocialsciencepost.com/es/2015/04/la-responsabilidad-social-corporativa-la-empresa-como-agente-social/ (3) Manual de la Inversión Social Responsable. Spainsif [consulta 28 de mayo de 2015]. Disponible enhttp://www.spainsif.es/sites/default/files/upload/ficheros/semana_isr/guia_isr_v3_web2.pdf (4) En http://www.unpri.org (5) OLIVENCIA RUIZ, M. El Gobierno Corporativo Como Instrumento al Servicio del Accionista Minoritario. En: Cuadernos de Derecho para Ingenieros. La Ley. Nº 10, pp. 49-62 [consulta: 28 de mayo de 2015] Disponible en:http://www.cuatrecasas.com/media_repository/docs/esp/el_gobierno_corporativo_como_instrumento_al_servicio_del_accionista._cuadernos_de_derecho_para_ingenieros,_n_10._537.pdf (6) Pioneer Fund Story: Searching for Value Today and Tomorrow. Pioneer Fund. [consulta 27 de mayo de 2015]. En:http://us.pioneerinvestments.com/misc/pdfs/brochures/pfund_brochure.pdf (9) Libro Verde: Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas. Comisión de las Comunidades Europeas, 2001 [consulta 27 de mayo de 2015]. Disponible en: http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52001DC0366&from=ES |