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COLUMNAS |
![]() Diversidad en empresasPor: María Elena Sanz, Gerente corporativo de Sostenibilidad y Personas de Grupo CAP Por primera vez y a puertas cerradas, se reunieron 42 gerentes y presidentes de empresas con sólo un objetivo: conversar francamente sobre las verdaderas razones que frenan la incorporación de mujeres en altos cargos ejecutivos y directorios, tanto en Santiago y regiones.
De las 40 empresas IPSA (las más transadas en la Bolsa de Comercio de Santiago), no hay ninguna gerencia general ocupada por una mujer, como tampoco presidentas. Apenas 7% de estas compañías cuentan con mujeres en sus directorios y Chile se ubica en el puesto 131 de un total de 134 países en el Ranking de Igualdad Salarial para hombres y mujeres que realizan trabajos similares. ¿Cómo entender esta brecha, pese a que hay evidencia empírica de que más diversidad genera mejores resultados de negocios? Por un lado, entre los gerentes y presidentes de empresas asistentes, subyace la percepción de que las mujeres son “corredoras de corta distancia” -es decir, sus carreras son vistas con una proyección que no es de largo aliento, pues se espera que la mujer decida privilegiar la calidad de vida-, como también se habla de un “impuesto a la maternidad”. Pero, lejos -señala el estudio-, “la razón la concluyente que ha impedido que la equidad de género prospere en Chile es el machismo existente en la sociedad”. Los resultados entonces dejan claro que las razones del retraso de Chile en políticas y prácticas de diversidad no son del todo racionales. Se sabe que si aumentamos la participación femenina en un 1,25% anual hasta el 2020, tendremos un aumento adicional del PIB del 3%. Entonces se puede concluir que hay sesgos inconscientes que debemos trabajar como sociedad. Y no sólo pensando en una mayor presencia de mujeres en cargos de primera línea de las empresas, sino también en las oportunidades que damos a extranjeros, personas de diversos origenes sociales, que provienen de distintas regiones de Chile o que tienen edades distintas al promedio. La complejidad del entorno nos exige incorporar miradas diversas a nuestras organizaciones, que son las que nos permitirán abordar el futuro y hacer frente a los vertiginosos cambios y la fuerte competencia que experimentamos dia a día. Aún estamos a tiempo. |