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![]() Finanzas Sostenibles: ¿Qué puede hacer el sector financiero para gestionar mejor los riesgos ambientales y sociales?Colin McKee, Oficial Ambiental y Social de BID Invest en Washington, D.C. y Luiz Gabriel Azevedo, Jefe de la División de Asuntos Ambientales, Sociales y de Gobernanza de BID Invest. En enero de 2018, Larry Fink, CEO de BlackRock, publicó una carta abierta a los gerentes generales de las empresas que cotizan en bolsa. Su mensaje fue claro, las empresas tienen la responsabilidad de generar ganancias y hacer “una contribución positiva a la sociedad”. De lo contrario, se corre el riesgo de perder licencias para operar.
Los consumidores también pueden influenciar, al preferir comprar productos de compañías que valoren objetivos corporativos más amplios en términos de impacto ambiental, diversidad de la fuerza laboral y participación comunitaria. Esto puede ser una declaración sorpresiva, por tratarse de un fondo de capital privado con US$6 billones bajo administración, pero es cada vez más un estándar de facto en el mercado. El desempeño financiero está correlacionado a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés). La gran cantidad de índices de sostenibilidad, desde el Dow Jones al Bovespa, resaltan el hecho que el desempeño de las empresas se evalúa a través de indicadores financieros y no financieros. Esta “prima de sostenibilidad” representa las capacidades de las corporaciones individuales, para gestionar mejor el riesgo y aprovechar las nuevas oportunidades de mercado. La sostenibilidad es relevante para el sector financiero, dado que permite canalizar fondos a empresas que demuestren su capacidad para aprovechar las nuevas oportunidades de mercado y garantizar que las empresas en sectores más riesgosos gestionen adecuadamente los riesgos ambientales y sociales asociados. Los bancos que financian sectores de alto riesgo están expuestos tanto a riesgos de crédito como de reputación. Los préstamos que generan oposición social o causan daños al medio ambiente pueden enfrentar demoras en el pago y empañar la imagen del cliente y de la entidad financiera. Las organizaciones no gubernamentales (ONG) y otros actores de la sociedad civil han dirigido activamente sus reclamos a los bancos, por financiar inversiones que generan intensas deforestaciones, reasentamientos comunitarios, pérdida de hábitats u otros daños ambientales irreversibles. Para el sector financiero, el riesgo financiero, el riesgo reputacional y el deseo de ayudar a definir soluciones abrieron el camino para la creación de los Principios del Ecuador (EPs, por sus siglas en inglés) en 2003. Hoy, los EPs han sido adoptados por 92 bancos de financiación de proyectos, que representan cerca del 70% de este mercado global. Con el liderazgo de asociaciones bancarias, bancos multilaterales de desarrollo, gobiernos y la sociedad civil, el sector financiero está definiendo políticas, estándares y herramientas que ayuden a convertir la sostenibilidad en una estrategia comercial central para bancos, fondos y gestores de activos. Esto permitirá gestionar mejor los riesgos y capacitar a sus clientes en el camino. ¿Cómo pueden los bancos identificar estos riesgos? Implementar un sistema de gestión ambiental y social: esto permite alertar ante preocupaciones respecto de proyectos individuales o de clientes, y asegurar que los riesgos sean bien conocidos y mitigados al decidir si se financiará o no. BID Invest ha proporcionado capacitación, guías y herramientas a medida, para nuestros clientes del sector bancario, y así definir estrategias de sostenibilidad e implementar sistemas de gestión ambiental y social. La evolución que hemos visto es positiva, pero tenemos un largo camino por recorrer. Los bancos ahora dependen de tres estrategias principales: Sofisticados enfoques “Conozca a su cliente” que se incorporan en un proceso de ESMS integrado, permitiendo a las instituciones financieras alejarse de un enfoque de proyecto individual y centrarse en el compromiso corporativo, la capacidad y los registros de seguimiento. Los bancos, que han establecido una estrategia clara de sostenibilidad y han incorporado esta visión en un sistema de gestión para ayudar a identificar y gestionar los riesgos, ahora están mucho mejor posicionados para tener éxito en aprovechar las oportunidades de sostenibilidad. Un estudio de S&P indica que el mercado de bonos verdes crecerá en un 30% a US$200 millones en 2018, en comparación con el año anterior. Cabe destacar, que los bonos verdes se valoraron en apenas US$13 millones en 2013. Foto y columna Vía BID Invest |