Fuente: Fundación PROhumana
Durante el 2002, en materia internacional, Chile alcanzó tres acuerdos comerciales, marcando un hito en comercio exterior. El primero de los acuerdos lo alcanzó a fines de abril con la Unión Europea, seguido del cierre de las negociaciones con Corea en Octubre y a fin de año puso punto final a las conversaciones con Estados Unidos. La Dirección de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería destaca que cuando estén los tres acuerdos operando se espera generar un impacto en el PIB de 1,5% o más. El mejor acceso a mercado para los productos, las reducciones progresivas de aranceles, la mayor facilidad para hacer inversiones, entre otros avances, son algunos de los elementos que abren nuevas oportunidades.
Sin duda todos estos acuerdos son importantes y significan al mismo tiempo abrir mayores espacios de cooperación. El acuerdo con la Unión Europea es un acuerdo de Asociación Política, Económica y de Cooperación que va más allá de lo acordado en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Uno de los impactos laterales de los acuerdos será centrar la mirada en nuevas exigencias en el ámbito de la responsabilidad social empresarial. Existe un desafío para las empresas chilenas y el país. En lo años 90 se ha extendido la inversión socialmente responsable, y en los último cinco años en Europa ha ido más allá. En el Reino Unido se le conoce como inversión ética. En Europa como inversión sostenible y como inversión “triple-bottom line” o de triple resultado. Y en Japón se llama eco-inversión.
Son cuatro los aspectos bajo los cuales se centra la inversión socialmente responsable: la inversión, el compromiso, la transparencia y la colaboración.
Inversión es invertir los activos financieros siguiendo criterios sociales y medioambientales.
Compromiso es utilizar el accionario para implicar a la dirección de las empresas en el diálogo y la comunicación directos que lleven a promover el cambio social positivo.
Transparencia es recopilar, publicar y evaluar los datos sobre los efectos de las empresas en nuestra vida cotidiana.
Colaboración es la cooperación entre el gobierno y las empresas en proyectos sociales y medioambientales. Proyectos que vayan más allá de la utilización de leyes y normativas como medios.
Estos aspectos serán vitales dentro de los próximos años a desarrollar por las empresas en Chile. Y estos, constituyen grandes desafíos y hacia donde tenemos que avanzar, y no sólo como un conjunto de exigencias asociadas a la inversión sino como una necesidad de transformación en el modo de hacer empresa.