Para 2016, el movimiento cooperativo internacional ha escogido los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) como el tema principal de su campaña para celebrar el Día Internacional del Cooperativismo. “Cooperativas, el poder de actuar para un futuro sostenible”, es el lema principal, que enfatiza en su contribución a los objetivos.
Las cooperativas de trabajo son aliadas cruciales para conseguir el cumplimiento de estos objetivos. El modelo cooperativo tiene el desarrollo sostenible como parte central, porque está basado en unos principios y valores éticos. Hay millones de ejemplos que ilustran la fortaleza de las cooperativas de trabajo, sociales y de producción, que ayudan a cumplir con los objetivos de la Agenda 2030.
Como empresas controladas democráticamente y autogestionadas por sus miembros, este tipo de cooperativas muestra una redistribución igualitaria de la riqueza, trabajos estables y un acceso equitativo a los productos y servicios. También promueven equidad de género, están afincadas al territorio y se preocupan por las comunidades locales.
Las cooperativas de trabajo son uno de los pilares del movimiento cooperativo. En particular pueden ayudar “a los pobres y a los más vulnerables a tener iguales derechos y recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, titularidad y control de la tierra y otras formas de propiedad…”, como marca el primer objetivo de desarrollo sostenible.
Salir de la pobreza
Estudios de la organización de cooperativas de trabajo del mundo, CICOPA, indican que este modelo se adapta específicamente a sacar a las personas de la pobreza, ayudando -entre otras cosas- en la transición de la economía informal a la formal. Parte de los beneficios están dedicados a proveer a los miembros de las cooperativas con herramientas sociales como formación, educación, vivienda, servicios financieros, así como servicios de cuidados para las propias familias de los cooperativistas.
En este sentido, en países donde existe algún tipo de investigación en género y cooperativas, los números indican que las cooperativas están entre los mejores lugares para conseguir la equidad de género. En España, la Confederación Española de Cooperativas de Trabajo (COCETA) muestra que casi el 50% de las personas trabajadoras en las cooperativas son mujeres y ellas ocupan el 39% de los puestos de responsabilidad, mientras en otro tipo de empresas españolas este número apenas llega al 6%.
Salud
Uno de los principales objetivos de la Agenda 2030 es el asegurar vidas saludables y promover el bienestar general, a todas las edades. En medio de la privatización de servicios públicos, y de la competencia privada, las cooperativas -como organizaciones integradas por sus miembros- ponen a la salud y al bienestar por delante de los beneficios económicos. Juegan un papel crucial en el cuidado de los individuos, en la prevención de enfermedades, en el bienestar de los miembros y/o de sus empleados. Juegan un papel clave para las poblaciones más vulnerables -entre las que se incluyen personas con capacidades especiales, personas mayores, personas con enfermedades mentales- y adoptan políticas de inclusividad.
Industria
Hay muchísimos ejemplos también en otros objetivos de desarrollo, como el número nueve, en el que la ONU plantea: “conseguir infraestructuras resistentes que promuevan la industrialización sostenible y la innovación”. Las cooperativas de trabajo, sociales y de producción promueven el empleo sostenible, el crecimiento económico y la industrialización. Promueven la dimensión a largo plazo de la empresa. Y aun y cuando algunas cooperativas están pasando por tiempos difíciles, los estudios muestran que, en general, este tipo de empresas están teniendo una mayor resistencia a la crisis. En España existen más de 75 ejemplos de cooperativas de trabajo creadas por empleados que han recuperado sus empresas en quiebra y han salvaguardado los empleos.
Cambio Climático
Las cooperativas ayudan también, de muchos modos, a luchar contra el cambio climático. Como muestra el Dossier especial de la revista Trabajar Juntos, hay ejemplos muy valiosos en el sector, como las cooperativas de trabajo Coenergía, Kunlabora, Hunab Ku y Kutral en Chile, dedicadas a la consulta, elaboración y creación de proyectos en los sectores de energía renovable y eficiencia energética. Estas cooperativas han creado, entre otras cosas, diseños conjuntos de plantas de energía social fotovoltaica, instalación de paneles solares en espacios y edificios, han escrito informes en eficiencia energética en industria, y han desarrollado proyectos de producción de biogás desde materiales orgánicos.
VÍA/COMPROMISORSE