Entrevista a Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), realizada por el Centro de Noticias de la ONU en Nueva York.
¿Qué espera lograr como Secretaria Ejecutiva de la UNFCCC?
Llego al liderazgo de la UNFCCC en un momento muy emocionante. Tenemos la aprobación del Acuerdo de París, un acuerdo histórico, después de muchos, muchos años de negociaciones. Ahora contamos con una gran voluntad política de los gobiernos, pero también la voluntad de los sectores privados, de la sociedad civil, de los individuos en todo el mundo, de trabajar por una economía baja en emisiones de carbono, una sociedad global baja en emisiones. Así que quisiera contribuir en ese respecto. Quiero apoyar a todos esos actores, gobiernos, sectores privados, sociedades civiles, a todo aquel que esté dispuesto a participar en este gran reto que tiene que ver con el futuro de nuestro planeta.
¿Cree que el Acuerdo de París es lo suficientemente fuerte como para que el mundo limite el cambio climático a menos de dos grados Celsious o incluso a 1,5 grados?
El Acuerdo de París provee un marco de trabajo amplio para la acción de todos los actores que mencioné. Por supuesto, los gobiernos están en el centro de esta agenda, pero no se trata sólo de los gobiernos. De hecho, en el caso del Acuerdo de París, si queremos que se cumpla a cabalidad, se necesita no sólo la acción de los gobiernos, necesitamos la acción de toda la sociedad. Creo que depende de todos los actores que el Acuerdo de París pueda concretarse.
¿Cuál será el principal motor de la ambición de los países para hacer más por la reducción de las emisiones y la construcción de resiliencia?
El cambio climático tiene que ver con el bienestar de la gente. No es un concepto vago o un problema vago que esté fuera de nuestra vida diaria. Afecta nuestra vida cotidiana y éste es el hecho fundamental que todos debemos tener en mente cuando trabajemos por una sociedad baja en emisiones de carbono. Si pensamos en la salud de la gente afectada por el cambio climático –por ejemplo, en la calidad del aire que respiramos y qué tanto los niños y ancianos sufren a causa de ello; si vemos a la gente que vive en la pobreza y que de repente es víctima de inundaciones y pierde no sólo sus pocas pertenencias sino también a algún miembro de su familia; si vemos los desastres que destruyen la infraestructura y dejan completamente aisladas a las comunidades en diferentes partes del mundo–, estamos hablando de la vida de la gente. Tener esto en consideración es un motor para que haya más ambiciones y urgencia de actuar por parte de todos.
¿Cree que es posible que veamos el Acuerdo de París entrar en vigor este año?
Hasta el día de hoy tenemos 22 ratificaciones. En mi opinión, es una buena noticia y muy alentadora. Y también tenemos la invitación al evento especial del Secretario General el 21 de septiembre para promover la ratificación. Tengo mucha esperanza. Creo que enviaremos un mensaje muy firme sobre la voluntad de cumplir con el compromiso que cada país asumió en París.
Y ahora que se alcanzó un acuerdo, ¿cuál será el objetivo de la UNFCCC?
Desde luego que necesitamos trabajar en diferentes áreas. Primero que nada, debemos seguir apoyando a los gobiernos en sus procesos intergubernamentales, en sus negociaciones. Porque el Acuerdo de París brinda este marco de trabajo amplio y requiere todavía del desarrollo de muchas herramientas.
Por ejemplo en términos de reglas de transparencia, reglas de medición. Estos son temas que no son fáciles de resolver y hace falta unir las ideas de todos. Así que esa será una parte importante de nuestro trabajo. Por supuesto, la Convención nos manda respaldar la conferencia de las partes que se celebra cada año, pero además de eso, puesto que lo que realmente necesitamos es el cumplimiento completo de la Convención, necesitaremos centrarnos en la implementación del Acuerdo de París y en lo que éste impacta los planes nacionales sobre cambio climático para todos y cada uno de los países. Deberemos llegar a todos esos actores –gobiernos, sociedad civil, empresas–, y ayudar a movilizarlas para que ayuden en este combate al cambio climático.
Muchas áreas de acción que son esenciales para abordar el cambio climático también son parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Cómo se integrarán?
Esta es un área de trabajo muy importante para el futuro: trabajar no sólo para la UNFCCC sino para el sistema de Naciones Unidas en su conjunto. Es más, yo diría que para todas nuestras sociedades en general también por lo que mencionaba antes, el hecho de que el cambio climático tiene que ver con el desarrollo. Sólo hay un proceso de desarrollo en cada país. Necesitamos generar marcos de trabajo, los marcos de trabajo legales e institucionales, las políticas que harán falta para permitir que los países tengan los procesos de transformación estructural que se requieren. Esta es un área de trabajo para la que harán falta muchos recursos de la UNFCCC y es un área a la que también me dedicaré.
Usted mencionó la conferencia anual de las partes, la COP, y usted presidió la COP 16 en Cancún, México, que cambió la suerte del proceso de la UNFCCC. ¿Ve algún cambio desde la reunión de Cancún en la manera en que los países están enfocando el cambio climático?
Definitivamente. Tenemos un ambiente completamente diferente. Después de la conferencia en Cancún fue la de Copenhague donde, desafortunadamente, no pudimos lograr un documento consensuado y eso, por supuesto, desalentó a muchos participantes en el proceso de negociaciones. Fue un momento crítico en el que fue necesario restablecer la confianza en las Partes y en el proceso y lo conseguimos. Hoy no sólo hay confianza, hay un enorme entusiasmo por participar en esta agenda y ser parte de este proceso de transformación. Me siento feliz de liderar la UNFCCC ahora, en esta coyuntura afortunada.
El Acuerdo de París ha sido firmado por 175 países, lo que constituye un gran logro, ¿qué debe pasar ahora y cuál es el principal objetivo de la Conferencia de septiembre?
Ahora es el momento de la ratificación y la implementación. Es el momento de actuar juntos, es la hora de evitar las consecuencias desastrosas del cambio climático.
Finalmente, en un área más personal, ¿qué le hizo aceptar este trabajo?
Pude ver como servidora pública, especialmente en mi papel de secretaria de Relaciones Exteriores de mi país, cuando tuve la oportunidad de viajar mucho y estar cerca de la realidad, los desafíos que muchos países enfrentan, sobre todo, en este caso, la región de América Latina y el Caribe. Fui responsable, por ejemplo, de coordinar la ayuda que ofrecíamos a los países en la región cuando había inundaciones, cuando había sequías y la gente pasaba hambre. Pude ver muy claramente cuánto sufrimiento causa todo esto, mucho de ese sufrimiento no debería ocurrir. Y, por supuesto, he trabajado toda la vida, más de 35 años, como servidora pública y he tratado de contribuir para mejorar las condiciones de vida de nuestra gente en México, pero no sólo por la gente de México, ya que parte de mis responsabilidades han sido en asuntos multilaterales. Así que en muchos sentidos la responsabilidad de ser la Secretaria Ejecutiva de la UNFCCC reúne muchas de las cuestiones por las que he trabajado toda la vida.