Empresas, asociaciones, fondos de inversión y el Gobierno están trabajando en varios frentes y proyectos no sólo para mejorar el desempeño y trato de productores y proveedores; sino también para convencer a los consumidores internacionales de que en Chile sí existe el fair trade.
En el paraguas de los negocios sustentables, las grandes compañías no sólo tienen que preocuparse de sus comunidades, clientes, empleados e inversionistas. Una artista fundamental son sus proveedores.
Bajo este concepto se creó hace medio siglo el término “Comercio Justo” (fair trade), que promueve una relación comercial voluntaria y justa entre productores y consumidores. Pero también es clave para grandes empresas de retail o que se relacionan con productos del agro, al ser responsables del buen trato con sus proveedores. En otras palabras: a pagarles lo que es justo.
Ayer se celebró el Día Internacional del Comercio Justo, donde Chile debería poner cada vez más atención, si consideramos que nuestras exportaciones silvoagropecuarias fueron de US$5.342 millones entre enero-abril de 2016, un 9,5% menos que el mismo período del año pasado, según cifras del Servicio Nacional de Aduanas.
En muchos países, principalmente europeos, existen cadenas de supermercados y tiendas que sólo venden productos con el sello de Fair Trade y los consumidores están cada vez más exigentes al respecto. Incluso, en la gira a Suecia e Inglaterra que por estos días tiene ocupada a la Presidenta Bachelet, este tema se ha llevado a colación en más de una ocasión.
El comercio justo aparece como concepto por primera vez en una reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en 1964, pero fue la industria cafetera, nueve años después, que empezó a tomarla como una definición sine qua non. El café FT, producido por cooperativas guatemaltecas bajo la marca “Indio Solidarity Coffee”, fue el pionero.
Hoy grandes cadenas como Juan Valdez y Starbucks tienen al fair trade en su esencia. Esta última empresa posee un programa en la mayoría de los países donde sólo vende café 100% certificado por comercio justo. La piedra angular de esta iniciativa se llama Coffee and Farmer Equity (C.A.F.E.) Practices, uno de los primeros estándares de sostenibilidad en la industria del café.
A pesar que existen varias certificaciones y evaluaciones que indican que un producto incluye prácticas justas hacia los productores, a nivel internacional la más importante es la que entrega la Fairtrade Labelling Organizations (FLO) International. Sin embargo, hay sellos para diferentes tipos de industrias y niveles.
En Chile
Aparte del capítulo chileno de la Organización Mundial de Comercio Justo, WFTO, en Chile existen varias agrupaciones que promueven el fair trade en segmentos productivos, así como pqueños proyectos que de a poco comienzan a subirse a este carro. Este es el caso por ejemplo de la Fundación Chol Chol, Cooperativa Zomo Ngen, Artesanías Pueblos del Sur , Corporación Canto de Agua y ONG De Buena Fe, por nombrar algunas.
Al ser un país con una gran exportación de productos del agro, es clave tener prácticas de fair trade en el proceso de producción para acceder a mercados internacionales, algo en que ya están también grandes cooperativas como Colun, en el sur de Chile y Capel, en el Norte Chico.
Según Sergio Serrano, subgerente de CAS (Calidad, ambiente y seguridad) y RRHH de Cooperativa Capel su modelo de trabajo que lleva casi 80 años se alinea mucho con los conceptos internacionales de comercio justo. “Tenemos una cadena productiva que va desde el pequeño productor que proporciona la materia prima que es la uva pisquera, siguiendo con el procesamiento y comercialización de los productos, donde nuestro último eslabón es el consumidor, que a nivel internacional, está muy consciente de todo el proceso”, indica Serrano.
El ejecutivo indica que las prácticas de la cooperativa han sido clave para llegar a esos mercados. Incluso, se está comenzando a generar un nicho muy importante con un reciente convenio realizado por varias tiendas europeas certificadas por la ONG Oxfam, las cuales sólo ofrecen productos que provengan de comercio justo. “Llevamos cerca de cinco años vendiendo productos como Alto del Carmen y algunos espumantes de nuestra zona en Bélgica. No son volúmenes importantes aún, pero es algo que está comenzando a crecer muy fuerte. Para lograrlo, nos realizaron barias auditorías previas”, agrega el ejecutivo de Cooperativa Capel.
El vino
Una de las industrias que está más preocupada por el comercio justo es la vitivinícola, tomando en cuenta su alta exposición y dependencia de los consumidores internacionales. Además, en nuestro país la generación del vino se sustenta básicamente por la oferta y demanda al momento en que las grandes productoras deciden comprar toneladas de uva. Esta situación implica que tanto pequeños como medianos productores esperen expectantes el precio en que se transará, para así poder rentabilizar la producción de cada vendimia.
Pero la constante caída del precio de la uva en los últimos años le está trayendo problemas a los productores, donde uno de los salvavidas podría ser trabajar con criterios y estándares de comercio justo.
Al respecto, Jaime Valderrama, presidente de la Asociación de Comercio Justo , estima que hay que impulsar toda clase de proyectos y programas que promuevan el fair trade. “Queremos crear relaciones comerciales estables y mutuamente beneficiosas entre productores y comercializadores para así entregar al consumidor un producto de alta calidad elaborado bajo la transparencia y el equilibrio entre la empresa, sus trabajadores y el medioambiente”, dice Valderrama, que además es el gerente general de Viña Miguel Torres,
Esta viña se ha transformado en uno de los símbolos del fair trade en el mundo del vino. Por ejemplo, según indican, pagan casi cuatro veces más por la uva a pequeños viñateros, lo que consiste en una de las tantas prácticas de comercio justo que tienen hace años. A fines de 2010, Miguel Torres Chile obtuvo la certificación Fair Trade de su línea de vinos Santa Digna, la más reconocida a nivel nacional e internacional.
Apoyo estatal
A nivel Gobierno, el comercio justo se está incluyendo en varios programas y conversaciones. Por ejemplo, la Subsecretaría de Economía comenzó a incorporarlo fuertemente hace dos años, dentro de varios proyectos. Incluso, se conformó como un punto importante dentro de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento.
A ProChile también le interesa mucho el tema, principalmente por el interés de mostrar productos sustentables en varias economías a nivel mundial. De hecho, esta entidad, junto al Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), realizó ayer una ceremonia de celebración del Día Internacional del Comercio Justo.
Según explica Octavio Sotomayor, director de Indap, están apoyando directamente a distintos emprendimientos y asociaciones que tienen como norte al fair trade, como por ejemplo en el rubro de la apicultura, vitivinícola e incluso, una empresa que cría pollos al aire libre. “Además, el segundo semestre de este año realizaremos una rueda de negocios sobre exportaciones bajo comercio justo enfocadas a cooperativas vinculadas a este concepto”, explica Sotomayor.
También están creando un sello especial denominado “Manos Campesinas” y, mediante una franquicia, apoyando una cadena de tiendas que llevan el nombre de “Mundo Rural”, donde se venden sólo productos campesinos gourmet con sello de comercio justo. La primera se abrirá a un costado de la Plaza de Armas de Santiago, para expandirse a otros sectores de la capital y del país.