Fuente: Monografías.com
La injerencia que poseen actualmente las empresas en las sociedades en las que se encuentran insertas es inmensa, por lo mismo estas deben preocuparse por el entorno físico y poblacional que las rodea.
Las organizaciones tienen una responsabilidad social importante que cumplir adicional a la de mantenerse activas, rentables, competitivas y productivas. La RSE es una combinación de aspectos legales, éticos, morales y ambientales que se entrecruzan de forma voluntaria dentro de una institución determinada.
Los escenarios económicos de todo el mundo demandan un compromiso mayor que las gerencias de las empresas deben desarrollar. Una buena ética empresarial va de la mano con una eficaz responsabilidad social para con la comunidad, los consumidores y el entorno, por lo tanto la RSE adquiere un valor, alcance y repercusión de gran importancia.
Una empresa socialmente responsable no sólo realiza acciones que afectan positivamente a su mundo interno, sino que también genera consecuencias benéficas para toda la sociedad.
Aplicando una política adecuada de RSE desde dentro de la misma organización se pueden lograr cambios internos que afectan, de una u otra forma, al ámbito externo, por ende a toda la sociedad.
Propiciar el trabajo en equipo, mantener un ambiente laboral agradable, capacitar a los empleados en temas profesionales, aplicar criterios de igualdad, emplear de forma justa los derechos del trabajador, entre otros tantos puntos, hacen la diferencia tanto dentro de una empresa como fuera de ella.
En este contexto, la gerencia de una organización no debe olvidar nunca que sus trabajadores son parte fundamental del negocio, y que por lo mismo, la preocupación por ellos es trascendental.
La capacitación profesional dentro de una empresa debe ser constante, sin embargo los altos mandos no tienen que olvidar que el crecimiento personal y educativo de un empleado también es importante y va más allá del aspecto laboral.
En la actualidad muchas empresas alrededor del mundo no sólo capacitan profesionalmente a sus trabajadores, sino que también implementan cursos y programas que estimulan el aprendizaje sobre temas sociales culturales como el ahorro de energía, el reciclaje, la vida saludable, entre otros.
Estas actividades tienen por objetivo fomentar una sociedad responsable, y la idea de educar a los empleados en torno a estos temas, es que, primero aprendan lo enseñado y lo practiquen, y segundo, que sean capaces de traspasar los conocimientos adquiridos a sus familias y entorno.
De esta forma se genera una reacción en cadena que parte con la empresa que se preocupa de enseñar temas sociales culturales; posteriormente pasa por el trabajador quien adquiere estos conocimientos, y finalmente lo aprendido es adoptado por su familia, completándose el círculo con el traspaso de la información a la comunidad.
En conclusión, una empresa socialmente responsable no sólo debe preocuparse por la capacitación profesional de sus trabajadores, sino que debe propiciar la realización de actividades paralelas que aporten a la educación de una sociedad responsable.